Museo Provincial de Lugo
El Museo Provincial de Lugo tuvo su origen en el año 1.932, si bien estaba ubicado en las dependencias de la Diputación en el Palacio de San Marcos. Sería en 1.957 cuando se trasladó a sus actuales instalaciones, en el antiguo Convento de San Francisco, que fueron ampliadas y mejoradas a lo largo de los años.
Una de las curiosidades de este museo es que conserva la cocina, el claustro y el refectorio del antiguo convento, lo que le da un aire diferente y permite al mismo tiempo recrear estas dependencias conventuales.
El Museo merece una larga visita ya que reúne en un único espacio piezas anteriores a la romanización de la zona, mosaicos de la época romana, una interesantísima colección de relojes de sol, epigrafía romana y medieval, capiteles, sarcófagos, lápidas… además de una maravillosa muestra de arte en oro de los castros de la provincia de Lugo con el impresionante Torques de Burela, piezas de origen misterioso como el Carnero Alado… Conserva incluso las placas fundacionales de la ciudad de Lugo por parte de Paulo Fabio Máximo, legado de César Augusto.
Más allá de su vertiente arqueológica, también tiene grandes fondos artísticos: colecciones de pintura de temática religiosa de los siglos XV al XX, sobre todo de las escuelas italiana y española; escultura románica, gótica, renacentista y barroca. Cruces procesionales (ss. XVI-XIX) y relicarios, piezas de alabastro, rosarios…
Hay también obras más modernas del gran escultor gallego Francisco Asorey, orfebrería antigua, una sala dedicada a Sargadelos, pintores más recientes como Pérez Villamil, Dionisio Fierros, Leopoldo Villamil, Vaamonde, Román Navarro, Serafín Avendaño, Francisco LLorens, Quintás Goyanes, Seijo Rubio, Sotomayor, Manuel Abendela… Obras de los lucenses Tino Grandío y Maruja Mallo, así como también de Colmeiro y Castelao.
Tendencias representadas por Alfonso Abendela, Felipe Criado, Sucasas, Blas Lourés, Luis G. Pacios, López Guntín y Raimundo Patiño, Antonio Fernández, Julia Minguillón, Jesús R. Corredoira… esculturas también de Paco Pestana…
Un museo completísimo en que no podemos dejar de destacar las salas dedicadas al grabado, con muestras monográficas dedicadas a Prieto Nespereira y el gran grabador Castro Gil.